Un enlace iónico o electrovalente es la
unión de átomos que
resulta de la presencia de atracción electrostática entre
los iones de
distinto signo, es decir, uno fuertemente electropositivo (baja energía de ionización) y otro
fuertemente electronegativo (alta afinidad electrónica). Eso
se da cuando en el enlace, uno de los átomos capta electrones del
otro. La atracción electrostática entre los iones de carga opuesta causa que se
unan y formen un compuesto químico simple, aquí no se fusionan; sino
que uno da y otro recibe. Para que un enlace iónico se genere es necesario que
la diferencia (delta) de electronegatividades sea más que 1, 7 (Escala
de Pauling).
Algunas características de este tipo de enlace son:
Sus enlaces son muy fuertes (depende fuertemente de la
naturaleza de los iones).
Son sólidos a temperatura ambiente y poseen una
estructura cristalina en
el sistema cúbico. (Hay compuestos iónicos que son
líquidos a temperatura ambiente denominados "líquidos iónicos" o
"Sales Derretidas", con un campo de aplicación gigantesco.)
Altos puntos de fusión (entre 300 °C y
1000 °C) y ebullición (Si el enlace tiene un carácter covalente
alto, puede ser que estos valores disminuyan abruptamente)
Son enlaces resultantes de la interacción entre los metales de
los grupos I y II y
los no metales de los grupos VI y VII.
Son solubles en agua y otras
disoluciones acuosas debido al dipolo eléctrico que presentan las moléculas de agua; capaces de solvatar a los
iones, compensando así la energía de red cristalina. (No todos los compuestos
iónicos se pueden solubilizar fácilmente con agua, ya sea por la poca energía
de solvatación de los iones o por el carácter covalente del compuesto iónico):
Una vez en disolución acuosa son excelentes conductores
de electricidad, ya que entonces los iones quedan libres.
(Hay una gran variedad de compuestos iónicos que son poco o muy poco solubles
en disolución acuosa, también debido al carácter covalente del compuesto y que
no permite que el agua separe fácilmente la red cristalina, resultando así en
una muy pobre conductividad en disolución)
En estado
sólido no conducen la electricidad, ya que los iones ocupan posiciones
muy fijas en la red. Si utilizamos un bloque de sal como
parte de un circuito en lugar del cable, el circuito no funcionará. Así tampoco
funcionará una bombilla si utilizamos como parte de un circuito un
cubo de agua,
pero si disolvemos sal en abundancia en dicho cubo, la bombilla del circuito se
encenderá. Esto se debe a que los iones disueltos de la sal son capaces de
acudir al polo opuesto (a su signo) de la pila del
circuito y, por ello, este funciona.
Los iones se clasifican en dos tipos:
Anión: Es un ion con carga eléctrica negativa, lo que significa que
los átomos que lo conforman tienen un exceso de electrones.
Comúnmente los aniones están formados por no metales,
aunque hay ciertos aniones formados por metales y no metales. Los aniones más
habituales son (el número entre paréntesis indica la carga):
F- fluoruro.
Cl- cloruro.
Br- bromuro.
I- yoduro.
S 2- sulfuro.
SO42- sulfato.
NO3- nitrato.
PO43- fosfato.
ClO- hipoclorito.
ClO2- clorito.
ClO3- clorato.
ClO4- perclorato.
CO32- carbonato.
BO3 3- borato.
MnO4- permanganato.
CrO42- cromato.
Cr2O72-dicromato ((2* ácido crómico)-H2O)=H4Cr2O8 -
H2O=H2Cr2O7= ácido dicrómico)
Catión: es un ion con carga eléctrica positiva. Los más
comunes se forman a partir de metales, pero hay ciertos cationes formados con
no metales.
Na+ sodio.
K+ potasio.
Ca2+ calcio.
Ba2+ bario.
Mg2+ magnesio.
Al3+ aluminio.
Pb2+ plomo (II).
Zn2+ zinc (o cinc).
Fe2+ hierro (II) o ferroso.
Fe3+ hierro (III) o férrico.
Cu+ cobre (I) o cuproso (aunque en realidad, este ion es
Cu2(2+)).
Cu2+ cobre (II) o cúprico.
Hg+ mercurio (I) o mercurioso (aunque en verdad, este
ion es Hg2(2+)).
Hg2+ mercurio
(II) o mercúrico.
Ag+ plata (I).
Cr3+ cromo (III).
Mn2+ manganeso (II).
Co2+ cobalto (II) o cobaltoso.
Co3+ cobalto (III) o cobáltico.
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